El corresponsal español Andrés Sebastián llega a Buenos Aires en enero de 1988, en medio de la segunda sublevación de Aldo Rico. Si bien al principio la novela de Pedro Molina Temboury, Por pasiones asi, sugiere una trama política, esta perspectiva se diluye cuando Sebastián conoce a Mariana Bornstein, bailarina de un club griego, e inicia con ella una extraña relación. Al periodista, que es casado, lo perturba la culpa pero lo intriga esa mujer que dice vivir con un coreógrafo muy celoso y un día aparece golpeada. Más adelante, éste le revela que ella "a veces sufre ataques autodestructivos" y luego Andrés descubre que la bailarina ha mutilado una foto de su esposa. Aquí se empantana la narración, porque la atmósfera de suspenso introducida a partir de esos episodios no encuentra salida y los misterios sobre la personalidad de Mariana quedan sin resolver. En ese sentido, presenta mayor solidez la trama secundaria, que gira alrededor de Cristina Wilde de Corrugueiro, una madura señora de clase alta casada con un "capitán de la industria", que compite con su hija adolescente, se desvive por mantenerse joven y se entretiene con un amante veinteañero. En los diálogos, el malagueño Pedro Molina Temboury resuelve con eficacia y naturalidad las diferencias entre el habla de personajes españoles y porteños. Las referencias a la situación argentina de esa época (la hiperinflación, los saqueos en Rosario, la victoria de Menem sobre Cafiero en las internas peronistas o la muerte de Alberto Olmedo) demuestran una ajustada información periodística, pero se dispersan sin integrarse en el argumento de Por pasiones así. Incluso el alzamiento de Mohamed Seineldín, tratado con bastante detalle, funciona más como un testimonio de corrección política que como material plenamente literario. El autor, además, incurre en un exceso de color local al matizar las escenas eróticas con visitas a las Cataratas del Iguazú o a la puna jujeña.
Molina Temboury vivió tres años en Buenos Aires, donde fue el primer director del ICI -hoy Centro Cultural de España-. Como guionista ha escrito y coordinado varias series de televisión, entre ellas la adaptación de Pepe Carvalho, de Manuel Vázquez Montalbán, y El laberinto del Tíbet (Premio Ondas 2001). Entre sus novelas figuran Ballenas (1987) y Adiós, Padre Eterno (1997).
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